sábado, 15 de junio de 2013

Comunidad Educativa (1 y 2)


“La comunidad educativa de un centro está formada por el conjunto del profesorado, los padres y madres, los alumnos y alumnas y personal de administración y servicios. Todos ellos deben compartir un objetivo común: educar” (Consejo Escolar de Andalucía, s.f., p.28).

Entre el conjunto de alumnos se menciona el gobierno estudiantil, entre el profesorado se encuentra el claustro de profesores, y en relación con la familia destacan las juntas de padres, entre sus funciones principales están velar por el bienestar de la institución y de sus estudiantes principalmente”.

En cuanto a los servicios destacan psicología, trabajo social, orientación, conserjes, entre otros. Los sistemas administrativos se encargan de la supervisión educativa, ya sea en instituciones públicas o privadas, es decir regula lo que sucede en las escuelas y colegios, en nuestro país es el caso del Ministerio de Educación Pública.

Ahora bien,  Abarca (2009,) afirma que

teniendo en cuenta el sistema de enseñanza – aprendizaje de nuestros educandos, la UNESCO propone una serie de sugerencias que se caracterizan como "los cuatro pilares de la educación", por tanto propone un sistema de enseñanza/aprendizaje estructurado que podrá ser exitoso, si se basa en un equilibrio entre los siguientes cuatro pilares:

a. Aprender a conocer: Consiste en aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento.
b. Aprender a hacer: Vinculado a la formación profesional. El aprendizaje debe evolucionar, no quedarse en una transmisión de prácticas más o menos rutinarias.
c. Aprender a vivir juntos: Aprender a vivir y convivir con los demás. El fomentar la aptitud empática en las escuelas, se torna necesario en la educación escolar, reservando tiempo para proyectos cooperativos a fin de propiciar la participación en actividades sociales.
d. Aprender a ser: La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad, dotar de un pensamiento autónomo y crítico y de elaboración de un juicio propio. 

Para que la aplicación de dichos pilares sea exitosa, Abarca (2009) afirma que “el docente también debe tener muy presente los siguientes tres principios en el proceso de enseñanza/aprendizaje”:

a. Garantizar, a través de diferentes estrategias, que la información que circula en el aula y, fuera de ella, sea precisa
b. Programar espacios para la ejercitación, no de manera mecánica, sino, favoreciendo la reflexión, complejización y profundización de la tarea según los ritmos de cada estudiante
c. Propiciar que los estudiantes piensen a través de las re-preguntas, fomentando un papel activo de los mismos en la construcción de sus aprendizajes (esto último genera una fuerte motivación en los estudiantes, aspecto clave para aprender mejor).

Estas afirmaciones, como bien lo describe Abarca (2009), “deberían  ser hitos que nos estimulen e impulsen a promover, desarrollar, ejecutar y evaluar nuestros procesos educativos auténticos e integrales; pues sólo así lograremos ser actores educativos, conociendo y viviendo quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos”.

Fuentes:
Abarca, R (2009) Reflexiones de profesionales de la educación [Documento de PDF]

Consejo Escolar de Andalucía (s.f.) La comunidad educativa. [Documento de PDF]

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