viernes, 14 de junio de 2013

El rol del psicólogo educacional


“La Educación en Chile ha adoptado un sello eficientista y tecnologicista, gracias a esfuerzos del Ministerio de educación, y de actores políticos y sociales como ONGS, quienes proveen recursos materiales para el mejoramiento de la educación” (Ossa, 2011, p.72)

Ruz y Bazán (1998) citados por Ossa (2011) nos plantean que

esta situación implicaría la primacía de una visión filosófica en educación que detenta como premisas la existencia de una realidad observable, manejable, individualista, ordenada, y parcelada, donde unos crean políticas y otros las ejecutan, buscándose modificar un problema pensando solo en su solución; es decir, una mirada instrumentalista y relacionada con el paradigma de la simplicidad.

Sin embargo esta mirada no es la única, como bien lo expresan Ruz y Bazán (1998) citados por Ossa (2011)  existen

otras perspectivas que plantean la existencia de una educación más socializada, valórica, integrada, que se centre en sus actores; una mirada que busca hacer crecer la institución con y para sus actores, es decir, una mirada práctica (comprensiva) o crítica (transformadora) las que estarían más cerca del paradigma de la complejidad.

“Se puede señalar que la discusión acerca de la simplicidad y la complejidad guardan relación con el conocimiento y la búsqueda de la verdad, ya que se circunscriben dentro de las perspectivas con que los seres humanos nos hemos explicado la realidad” (Ossa, 2011, p. 73)

“Un establecimiento educativo desde la simplicidad implicaría una realidad necesaria de ser ordenada, concreta y clara para ser explicada, predecible y comprobable para evaluar-controlar” (Ossa, 2011, p.75)

Por otra parte, Londoño (2002), citado por Ossa, (2011) establece que “una institución educativa desde la complejidad requiere de una realidad difusa, que acepte el caos y la variabilidad de los seres humanos, es decir sujetos que enfrenten el desorden para buscar el orden, donde se acepte y fomente la tolerancia a la ambigüedad, para criticar y reconstruir activamente el conocimiento”.

Ossa, (2011) hace referencia a que,

en sus inicios la psicología educativa se centra en la preocupación de cómo las personas logran aprender los contenidos escolares, en la primera época aparece fuertemente ligada a la educación especial, en un segundo momento contempla aspectos emocionales, afectivos y sociales del alumno, en la tercera fase empieza a considerarse la necesidad de formar a los profesores en los avances del conocimiento psicológico y en su integración en la metodología didáctica y a partir de 1980, comienza la búsqueda de modelos alternativos basados en las teorías cognitivas, sistémicas, organizacionales, ecológicas y en la psicología comunitaria intentando dar un giro al esquema tradicional de atención individualizada a los casos problemáticos, subrayando la importancia del contexto (p.76)

Se podría decir que así como en sus inicios la psicología educativa fue heterogénea e indefinida, con esas mismas características se puede definir el rol de psicólogo educativo. Arredondo e Iturra (2002) citados por citados por Ossa (2011) establecen que “en el contexto de la educación chilena el rol de el/la psicólogo/a educacional ha carecido y aun carece de precisión y delimitación, se le atribuyen labores de psicodiagnóstico, sus tareas oscilan entre el diagnóstico, la asesoría a maestros/as y la intervención con los alumnos/as, que a veces es un simple entrenamiento intensivo y a veces es una psicoterapia” (p.77)

Banz (2000) citado por Ossa (2011) menciona que,

lo anterior ocurriría, porque las porque las unidades educativas y el sistema educativo, en general, desconocen sus necesidades en relación con el rol de el/la psicólogo/a educacional y como resultado de ello, le atribuyen una serie de poderes respecto a problemas del sistema y le plantean la expectativa de solucionar los problemas en forma aislada del mismo sistema, y a través de capacidades profesionales que se supone debiera poseer (p.77)

La perspectiva simplista influiría en el rol del psicólogo en educación, asignándole un papel de experto, con lo que se adquiere un estatus de poder para intervenir sobre el otro, así como un rasgo de especialista, lo cual encierra y atomiza el conocimiento en función de una parte de la realidad, a menudo problemática o anormal. Este rol profesional desde la mirada de la simplicidad genera gran cantidad de conocimiento y un estatus que otorga poder frente a otros campos, pero tiene su punto negativo,  nos aleja del sujeto con el que estamos interactuando, llevándolo en muchas ocasiones a adoptar una posición pasiva y fragmentada (Ossa, 2011, pp. 78-79)


Para lograr el  rol desde la mirada de la complejidad de parte del psicólogo educacional, es necesario abandonar ciertas creencias y paradigmas que han marcado fuertemente el campo de la psicología de la educación, entre estos Ossa (2011) menciona a “la focalización del proceso enseñanza – aprendizaje, la individualización, la patologización de las conductas, entre otros” (p.79) por ello asumir el rol del psicólogo bajo esta mirada nos llevaría a considerar continuamente la necesidad de modificarnos y reestructurarnos como profesionales, asumiendo de este modo las premisas básicas del pensamiento complejo.


Fuente: Ossa, C (2011) El rol del Psicólogo Educacional: La transición desde el paradigma de la simplicidad al paradigma de la complejidad.  Revista Pequén, Vol. 1, N° 1, 72-82. [Documento de PDF]

1 comentario:

  1. El psicólogo educativo, es una agente más en la complejidad que es el sistema educativo, que debe tener la amplitud de tratar con cualquier situación que se le presente.
    No imagino a un psicólogo per se que no tenga algún tipo de apertura, el dinamismo y la creatividad es una cualidad que debe prevalecer en la psicología de cualquier tipo, y en la educativa con más razón, ya que se está tratando con padres y madres de familia, directores, profesores, la comunidad y el estudiante. Como dice el texto al principio debe existir el caos para llegar al orden, lo lineal nos lleva a la comodidad y nos deja en servicio de la mediocridad y la ignorancia.
    El psicólogo educativo tiene que tomar en cuenta el modelo biopsicosocial y espiritual, como parte de su trabajo, y buscar siempre la reestructura de su propio sistema, tomando en cuenta las necesidades de la comunidad educativa.

    ResponderEliminar